Fiscalía Nacional confirma antiguos chats entre Valencia y Hermosilla, pero descarta influencia en su nombramiento como fiscal
El Ministerio Público aclaró que los intercambios entre Ángel Valencia y Luis Hermosilla ocurrieron antes de su designación como fiscal nacional. No hay evidencia de que se ofreciera apoyo para su candidatura en las conversaciones.
El Ministerio Público confirmó este jueves que el fiscal nacional, Ángel Valencia, sostuvo conversaciones por chat con el abogado Luis Hermosilla, quien actualmente está imputado por delitos económicos en el caso "Audios" y se encuentra en prisión preventiva.
Ante esto, a través de un comunicado, la Fiscalía Nacional explicó que estos diálogos ocurrieron antes de que Valencia asumiera su actual cargo y enfatizó que no existen mensajes entre ambas partes en los que se haya solicitado u ofrecido apoyo para su candidatura a fiscal nacional.
Asimismo, el Ministerio Público señaló que "la causa conocida como el caso 'Audios' ha sido investigada y liderada por un equipo de la Fiscalía Regional Metropolitana Oriente, actuando con la responsabilidad, objetividad y reserva que exige la ley, demostrando transparencia en la investigación de todos los delitos imputados, sin importar las personas involucradas".
Además, en el comunicado se confirmó que Valencia, "tal como lo ha manifestado públicamente en reiteradas ocasiones, sostuvo conversaciones con el señor Luis Hermosilla en su labor de abogado privado, antes de ocupar el actual cargo en el Ministerio Público".
Así también, se precisó que "el último intercambio sostenido entre ambos profesionales por WhatsApp se realizó en julio de 2022, es decir, antes de que Valencia fuera fiscal nacional e incluso candidato al cargo”.
Por esta razón, la Fiscalía rechazó "cualquier intento de frenar y desacreditar la investigación y, de esta forma, impedir llegar a la verdad".
Finalmente, la Fiscalía Regional Metropolitana Oriente también se había pronunciado sobre este asunto, acusando al abogado Juan Pablo Hermosilla de "amedrentar" e intentar "inhabilitar y desacreditar" a los persecutores con sus declaraciones públicas.